En una relación de pareja se requiere espacio para poder compartir lo que nos ha pasado durante el dia, hacernos cargo de nuestras obligaciones hogareñas, para comunicarnos y divertirnos.
La intimidad es la sensación de unión al otro, conexión a otro nivel, la cual nos hace sentir bien con nosotros mismos y con nuestro cónyugue.
Es un espacio en el que podemos comunicar al otro nuestros pensamientos y sentimientos más profundos, nuestros miedos, tabúes sexuales, lo que nos gustaría probar en nuestra relación sexual... Y esa información es privada para la relación, es algo que hemos creado conjuntamente y de ahí surge la unión o la cercanía hacia el otro. Es muy importante saber si el otro quiere compartir esa información con otras personas o no, para evitar conflictos y posibles enfrentamientos, de tal forma que mantengamos un equilibrio en la pareja.
A partir de esa intimidad, puede aparecer el deseo hacia el otro y que éste desencadene en una relación sexual. O puede ser todo lo contrario, a través del sexo se produce un estado placentero que favorece esa intimidad o sentimos una unión especial hacia nuestr@ compañer@.
Intimidad es uno de los ingredientes claves en las relaciones, pero en las de pareja concretamente más, ya que nos aporta un bienestar especial. Esto explicaría el hecho de que muchas parejas se rompan o se separen, ya que sin intimidad es más fácil que se generen discusiones, porque no ha habido comunicación. Y por otro lado, no ha habido espacio de expresión de sentimientos, tanto verbal como por demostración, mediante caricias, juegos preliminares o relación sexual. Y ese es un indicador de que la pareja funciona y está satisfecha con su relación.
Intimemos con nuestra pareja y dejemos que el resto fluya por sí solo!!
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