29 de julio de 2013

COMO FORTALECER EL MÚSCULO PC DEL HOMBRE


Para mejorar la salud y fuerza sexual en el hombre es clave desarrollar el músculo pubococcígeo o PC. Es un grupo de músculos que se encuentran desde la parte anterior del hueso púbico hasta el cóxis.
¿ Donde lo vas a sentir con mayor facilidad? En el perineo, zona que se encuentra entre los testículos y el ano. Su función es retener el flujo urinario, a nivel más fisiológico.
Ejercitando tu músculo PC te ayudará a detener la eyaculación, a aumentar las contracciones orgásmicas. Como en los primeros centímetros del pene está ligado con el músculo pubococcígeo, facilita la robustez en el pene y orgasmos más intensos, facilitando que el hombre sea multiorgásmico.
Os propongo un ejercicio práctico y cotidiano, que ayudará a fortalecer este músculo.
Por tanto, hombres, atentos:
Cuando tengáis ganas de ir al baño para orinar, simplemente debéis inspirar aire por la nariz, lo expulsáis también por la nariz y orináis con la mayor rapidez posible, como si no os pudierais aguantar más.
Volvéis a inspirar y expirar aire por la nariz y paráis el flujo urinario de repente.
Otra vez respiráis de la misma forma y expulsáis lo más rápido la orina, y lo mismo la retenéis.
Este proceso durante 3 y 6 veces hasta que acabéis de ir al baño.
Durante estos movimientos de aflojar y contraer en el momento de ir al baño estáis fortaleciendo la musculatura PC, que os aportará mayor control y disfrute sexual, aumentando las sensaciones de placer y la intensidad del orgasmo.
Es un ejercicio sencillo y fácil para poner en práctica. No os genera mucho tiempo extra para dedicarle. Así que sólo es que os lo propongáis y os acordéis de hacerlo.
Con el tiempo es posible que notéis una mejora, aunque para ello requiere de constancia y un entrenamiento para poneros en forma.

24 de julio de 2013

KAMASUTRA



Os presento algunas de las posturas más conocidas:

Misionero: postura cómoda, ella recostada y él encima permite una penetración profunda.

Sometido: él estirado boca arriba y ella encima de espaldas con las piernas dobladas. La mujer tiene la situación bajo control. Con la cadera se indica el ritmo y es fuente de mayor placer para él.

Atrapado: él estirado boca arriba y ella encima de cara, con sus piernas estiradas hacia adelante una a cada lado, algo dobladas. Aquí ella sigue teniendo el poder, ella lo envuelve. A él le produce satisfacción la dominación y se centra prioritariamente en la penetración.

 La hamaca: él sentado y ella encima de cara a él. En esta postura se puede aumentar la excitación, ya que al estar de frente, quedan los pechos a la altura de la vista del hombre.

Medusa: él se pone de cuclillas y ella se sienta encima apoyando la planta de los pies al suelo. Favorece el contacto con la mirada y ternura durante la penetración, pueden abrazarse y besarse.
Amazona: el hombre estirado, con las rodillas flexionadas. Ella sentada encima es la que va marcando el ritmo y se pueden intercambiar las miradas.

Fusión: él se sienta con las piernas ligeramente flexionadas y abiertas. Ella se sienta de frente, abriendo las piernas un poco y flexionadas por encima de sus piernas. Se miran cara a cara. Los dos se unen mediante la penetración. Esta postura permite una mayor compenetración y profundidad, favoreciendo la estimulación del clítoris. Los dos están en igualdad de condiciones.

Libélula: ella de costado y él recostado por detrás. Se levanta una de las piernas de ella que pasa por encima de la del hombre. Para esta postura se requiere de cierta flexibilidad. Él marca el ritmo y una mano queda libre, la cual puede acariciar su cuerpo entero y su clítoris para aumentar su satisfacción.

La carretilla: la mujer estirada boca abajo, apoyada por ejemplo, encima de la cama. Él sujeta sus piernas en el aire, facilitando la penetración. El hombre lleva el ritmo y esta postura permite variedad de movimientos, alcanzando el orgasmo de un modo distinto.

La tijera: él boca arriba estirado y ella boca abajo de cara a sus pies, estirada encima suyo. Aquí la penetración es lenta, rozando el clítoris. El ritmo es compartido y a ella le produce mucho placer, igual que a él le quedan libres sus manos.

Sorpresa: el hombre de pie, por detrás de la mujer, cogiéndole por la cintura se inicia la penetración. El cuerpo de ella está inclinado de cintura para abajo apoyando las manos al suelo. Al sorprender a la mujer suele aumentar la excitación, y el hombre tiene perspectiva a varias zonas de la mujer. Aumentando su campo visual y su excitación. El control lo tiene él.

Profunda: ella recostada boca arriba con las piernas abiertas hacia arriba. Él encima con las piernas estiradas hacia atrás inicia la penetración. Permite alcanzar mucho placer, y están de cara a cara. Se puede empezar con juegos preliminares.

Butaca: él recostado en un cojín y con las piernas ligeramente dobladas y abiertas. Ella se sienta encima de él, con las piernas abiertas y las rodillas apoyadas en sus hombros. Se miran cara a cara, aunque no se pueden besar por la postura, a él le quedan las manos libres para ayudarla a marcar el ritmo o estimularla.

Catapulta: ella recostada boca arriba con su cabeza en un cojín. Dobla las rodillas sobre su pecho. Él con las piernas dobladas, rodillas apoyadas y manos en sus caderas. Al acomodarse ella apoya sus pies en el pecho de él. Fácil acceso al clítoris y se puede observar durante la penetración.

Tornillo: en un colchón colocado en el suelo o en una cama baja. Ella boca arriba con las piernas ladeadas completamente hacia un lado. Él se arrodilla y la penetración es suave y profunda. Teniendo acceso a los pechos de ella.

Espejo de placer: ella recostada boca arriba con las piernas levantadas y estiradas. Él le sujeta las piernas con una mano. Se inclina para iniciar la penetración, permitiendo esta posición variar el sentido y la intensidad de la misma. Aquí no disponen ninguno de los dos de las manos, se mira pero no se toca! De ahí que se llame espejo, sólo se mira y este hecho favorece que se aumente el deseo.

Trapecio: él sentado al borde de la cama, ella se sienta encima con las rodillas dobladas. Se inicia la penetración, entonces se cogen de las muñecas y ella se deja caer hacia atrás, dejando medio cuerpo boca abajo. Aumenta la excitación en ella, ya que no tiene el control y se tienen nuevas sensaciones.

Arco: la mujer recostada boca arriba, con las rodillas dobladas y la planta de los pies apoyados, elevando la cadera. Sus piernas abiertas, él con las rodillas apoyadas, se adelanta para la penetración. Esta postura favorece el roce con el clítoris y su estimulación. Él puede ir descendiendo de manera que sus cuerpos se junten aumentando la excitación.

Aspas de molino: la mujer boca arriba, él se estira encima de cara contraria a ella. Ella entrelaza sus piernas por encima de su espalda, él las deja al lado de su cuerpo y cara. La mujer es la única que puede acariciar, no se ven las caras, lo cual introduce un elemento nuevo de diversión.

Furor salvaje o " a cuatro patas": ella arrodillada apoyando las manos y mirando hacia abajo. Él arrodillado por detrás procede a la penetración. Él con las manos libres puede estimular diferentes partes de su cuerpo, proporcionándole mayor placer y excitación.

Doma: él se sienta en una silla con las piernas ligeramente abiertas, ella se sienta encima de cara iniciando la penetración. Ella marca el ritmo y lo domina a él. Aquí pueden estimular otras partes de su cuerpo y realizar otro tipo de juegos para aumentar la sensación de placer.

Estas son algunas de las posturas del kamasutra, aunque existen más y variedad de ellas. Por lo tanto, si seguís teniendo curiosidad, os recomiendo el siguiente libro:
- Gallotti, A. ( 2011). El nuevo Kamasutra ilustrado. Colección Booket.
Os permitirá seguir explorando vuestra satisfacción sexual.

18 de julio de 2013

ANILLO VAGINAL


Es un método anticonceptivo hormonal vaginal. Es un anillo de plástico y transparente.
Para su colocación, como es flexible, se dobla y se introduce a modo de tampón. Y luego suavemente introducimos más en el interior de la vagina. No os preocupéis por la forma que adopta, libera las hormonas e igualmente estáis protegidas. Lo único a tener en cuenta es que os resulte cómoda su posición.
Para retirarlo, es sencillo, se introduce suavemente los dedos y se tira de él hacia afuera.
La duración de efectividad del método es de tres semanas, debéis retirarlo el mismo dia que lo colocastéis. Es importante colocarlo y retirarlo el mismo día y a la misma hora. Después se descansa durante una semana sin anillo. Y podéis volver a colocar el anillo nuevo otra vez transcurrido ese tiempo.
Para su inicio debes consultar con ginecología, ya que te orientará cuando es el mejor momento para empezar y si al principio debes combinarlo con algún otro método anticonceptivo.
Este método tiene varias ventajas. Entre ellas, es mensual, por lo tanto a diferencia de las pastillas anticonceptivas no tienes que recordarlo cada día, eso ayuda a las personas que con facilidad se olvidan o se despistan. También al no ingerirlo por vía oral y no absorber desde vía gastrointestinal, si tienes síntomas de diarrea y vómitos, no hay problema, porque sigue haciendo el mismo efecto, caso contrario ocurre con las píldoras.
Se puede usar al mismo tiempo el preservativo. Recordemos que el anillo no protege de las enfermedades de transmisión sexual.
Es un método cómodo y no se nota. Puedes usar tampón al mismo tiempo. No se cae, pero si accidentalmente se cayera, hemos de enjuagarlo con agua fría y volver a introducirlo. Si pasan más de tres horas consultar con ginecología, ya que es posible que ya no sea efectivo.
Si tenéis más dudas o os habéis decidido a probarlo, el siguiente paso es acudir a vuestr@ ginecolog@ habitual.

13 de julio de 2013

LA MASTURBACIÓN

La masturbación se refiere al acto de satisfacerse a uno mismo sexualmente. Alcanzar el orgasmo de manera individual mediante la estimulación de los genitales. Puede parecer un acto egoísta o individualista, pero es un acto saludable.
Hay personas que creen que cuando se tiene pareja la satisfacción sexual ya es tarea del otr@. Y no necesariamente, ya que se pueden combinar relación sexual  pareja y en esta misma que haya algún acto masturbatorio.
Además existe como un miedo generalizado de que al otro no le necesitamos y le excluimos.
Precisamente si sabemos como nos gusta autoestimularnos, podremos comunicárselo a nuestro compañer@ y mejorar nuestra vida sexual en pareja.
Todas las personas tienen derecho al goce sexual y a una vida sexual saludable, en compañía o en solitario, ya que es posible que algunos aún no hayan encontrado a su compañer@.
Sí que cabe decir que es contraproducente cuando recorremos a la masturbación, porque es el método fácil y rápido de producirnos placer frecuentemente y cada vez menos tenemos relaciones sexuales con otra persona. Es posible que nos alejemos emocionalmente del otr@ y nos pongamos un escudo para no sufrir, ya que en la interacción con la otra persona surgen sentimientos y una unión, conexión hacia el otro. Es un compartir nuestra experiencia de satisfacción. Y entonces ahí, debéis ser conscientes de lo que está sucediendo.
Una buena combinación, autoestimulación a solas, en la relación sexual con el compañer@, y una mente abierta, teniendo en cuenta que no es un desprecio a la otra persona, sino que hay muchas maneras de disfrutar del sexo, y muchas de ellas saludables, eso si con respeto. Si disponemos de toda esa gama de prácticas sexuales que nos aporta felicidad y chispa en la vida, ¿Por qué no combinarlas ? Si te hacen sentir bien y te proporcionan placer, adelante. Hazle saber a tu pareja que en la masturbación, no lo alejas, sino que es otra forma de disfrutar del sexo.

10 de julio de 2013

EL CRECIMIENTO DE LA PAREJA


La pareja entendida como dos seres individuales con su carácter, aficiones, personalidad, debilidades... Cada uno es en sí mismo una parte de la pareja, que al mismo tiempo se acompañan.
El desarrollo o madurez de cada uno puede ser distinto, en cuanto a momento evolutivo en que se encuentre. Es decir, es posible que uno de los dos haya evolucionado en algunos aspectos y el otro se quede un poco atrás. Para ello, podemos incentivarle a que avance y esperarle.
También puede suceder que conozcamos al otro en unas condiciones con unas características situacionales que se parecieran a las nuestras y nos entendiéramos. ¿ Que ocurre cuando uno de ambos ahora quiere algo diferente? Ahí es muy importante la comunicación en la pareja y debatir que es lo que quieren ambos como proyecto de pareja. Imaginemos que no hablaron del hecho de casarse, y uno de los dos quiere casarse, o ceden y llegan a un acuerdo común o es posible que haya una fisura en la relación.
En el camino de la relación se intenta ir uno al lado del otro, pero puede ser que quien iba más adelantado quede más atrás, por situaciones ajenas, por ejemplo el quedarse sin trabajo. Le priva de la independencia de la que disponía y la dinámica es posible que cambie. ¿Qué podemos hacer? Redefinir lo que queremos en la relación y volver a establecer puntos en común para poder progresar y evolucionar.
A veces ocurre que uno de ellos se queda estancad@ y no está dispuest@ a poner de su parte para crecer con su compañer@. Ahí está la decisión de cada uno de cuanto esperar a ver si se produce un cambio. Y si transcurre el tiempo igual, quizás sus caminos se tendrán que separar, ya que queda poco en común que les una para seguir andando el uno al lado del otro. Todo depende de la predisposición de comprender al otr@ y motivarle para que siga avanzando en su propio crecimiento y en el de la pareja.
Os dejo que reflexionéis si camináis uno al lado del otro con vuestra individualidad, y si habéis hablado de vuestro proyecto en común. Si no es así, manos a la obra!

3 de julio de 2013

FRECUENCIA DE LAS RELACIONES SEXUALES

¿ Cuantas veces es saludable tener relaciones sexuales a la semana? Realmente no hay una cantidad establecida. Depende de cada pareja, del momento evolutivo, de la vitalidad y de las necesidades de ambos. Es un tema que preocupa a muchas personas. Pero queda a elección de cada pareja.

Y se cae en el error de pensar que a mayor cantidad de relaciones sexuales mayor compenetración en la pareja. En parte es cierto que el sexo abre las puertas a la intimidad, genera confianza y comunicación en la pareja. El término relación sexual es muy amplio, así que dependiendo de la calidad de esta, aportará mayor beneficio a la pareja. Y no tienen el mismo valor dos relaciones de bastante tiempo, que cuatro rápidas y centrandóse sólo en el coito.

Tendremos en cuenta un punto medio, ni muchas relaciones de poca calidad, ni pocas de mucha calidad. Si que se obtienen un placer y una gratificación para la pareja, por tanto es necesario el sexo. La cantidad la concretará la pareja, respetando el derecho a no querer tener sexo, y lo que no le gusta a nuestr@ compañer@. 

Existen factores externos que hacen disminuir la cantidad de las relaciones, por ejemplo: el cansancio, estrés, una jornada de trabajo...
Debiendo respetar el descanso de nuestra pareja y encontrarnos en el acto sexual con la predisposición de ambos. Se da el caso de que en diversas ocasiones se dispone de pereza o se pospone el acto sexual, y a veces es necesario también poner algo de nuestra parte, ya que sino parece que no llega el dia. Lo que puede conllevar a frustraciones y a no atreverse a iniciar el acercamiento sexual.

Dedicaros tiempo a vosotr@s, empezad teniendo sexo de calidad y concretar cuál es la cantidad ideal para vuestra pareja. Os animo a que lo habléis con vuestr@ compañer@, y a que diseñeís juntos vuestros gustos.